Atención: Esto no es un blog que busque entretener o ser la sensación de momento, es simplemente un espacio en el que escribo lo que pienso o siento por lo que, ni tú estás en la obligación de leerlo ni yo de escribir algo para lectura ajena.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Un día más. Un día más me levanté de la cama somnolienta y tanteé junto a mí, buscando tu cuerpo cálido, reclamando tus caricias pero solo encontré vacío. Mi mano se deslizó sobre la fría sábana y entonces comprendí que todo había sido un sueño, que tú no estabas a mi lado ni tu perfume sobre mi almohada. Resignada, decidí salir de aquel lugar que desprendía olor a soledad por cada una de sus paredes. No, nunca le temí a estar sola pero ahora la sensación era distinta, como si una parte de mí hubiera sido alejada del resto de mi cuerpo. ¿Conoces el sentimiento que queda? Vacío. Palabra tan corta para describir algo tan profundo.

La ventana entreabierta dejaba que los tenues rayos de sol matinales se filtrasen. Con parsimonia, me acerqué para ver el cielo azul...Nublado. Un cielo gris se alzaba sobre la ciudad, mostrándola triste, calmada, melancólica. Quizás hasta los edificios se compadecían de mí. Cansada de todo, cerré la ventana con fuerza, dejando la habitación completamente a oscuras y con ella mi ojos.

Pi,pi,pi,pi
Abrí los ojos alarmada por el incesante ruido que retumbaba en mi cabeza como un eco. Alargué mi mano hacia el despertador mientras me repetía una y otra vez que solo había sido un sueño. Sonreí adormecida al notar tu mano en mi cintura, acercándome hacia ti y, sin pensarlo dos veces, me refugié en tu pecho como si realmente te hubieras ido en alguna ocasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario