Vais dejando a vuestro paso pequeñas cicatrices que no se borran con el tiempo, que quedarán grabadas en mi alma por siempre y es que, un amigo no se olvida. Aunque hayamos tenido malos momentos, riñas, odios, rencores, envidias, distancia... siempre que me necesiteis aquí estaré. Sostendré vuestra mano si me lo pedís, nos caeremos juntos para soportar mejor el dolor e incluso si llorais lloraré con vosotros porque, todo lo malo es superado con creces por esos recuerdos inolvidables. Risas y lágrimas de felicidad, momentos irrepetibles.
Hay tres tipos de amor; el de una madre (eterno), el de un amante (efímero) y el de los amigos. Este último consiste en una serie de altibajos, como una montaña rusa sin final. Puedes pelearte con un amigo, no hablarle en años y en algún momento, por alguna razón, esa amistad florece de nuevo como si nunca hubiera pasado nada pero, lo mejor de todo es cuando, al recordar la pelea, no recuerdas ni tan si quiera el motivo de esta.
Esta es mi versión de amistad ¿y la tuya?
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